Puente de San Martín
Es uno de los puentes históricos más importantes de la ciudad de Toledo sobre el río Tajo junto al de Alcántara que se encuentra en el extremo opuesto.
Se encuentra al oeste de la ciudad y comunica con la Judería, con sus famosas sinagogas de Santa María la Blanca y del Tránsito, y otras partes monumentales de la ciudad como el Monasterio de San Juan de los Reyes.
Desde el punto de vista arquitectónico se trata de un notable puente gótico que tiene la particularidad de disponer un perfil prácticamente plano, no en lomo de asno o apuntado como era bastante habitual en los puentes medievales. Es soportado por un total de cinco arcos u ojos. Siendo los extremos de pequeña luz, los intermedios de mayor luz y el central de dimensiones sorprendentes para la época: 40 metros de diámetro. Los pilares llevan distintos tajamares aguas arriba.
En los extremos hay torres fortificadas de planta poligonal. La que mejor ha conservado su estructura medieval es la del exterior, donde todavía vemos una bóveda de crucería de ladrillo y diversos arcos apuntados y de herraduras, además de un almenado con merlones a lo musulmán.
En este lugar, durante la dominación árabe y los primeros tiempos de pertenencia cristiana existió un puente de barcas que quedó destruido por una crecida. Fue en el siglo XIII cuando se acometió la construcción del puente de piedra granítica actual.
En la guerra entre Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara fue parcialmente destruido (año de 1368) por lo que hubo de ser restaurado y, al mismo tiempo, fortalecido por orden del Arzobispo Pedro Tenorio en el año 1390.
Ya en siglos modernos las reformas y cambios siguieron su curso. Por ejemplo durante el reinado del último de los Austrias, Carlos II, se ensancharon los accesos al mismo, se modificó el torreón interior y como elemento conmemorativo se añadió una placa con el escudo imperial y dos figuras de monarcas. En 1760, durante el reinado de Carlos III, el Puente de San Martín fue pavimentado.
Por último hay que añadir que hasta el año 1976 este venerable puente medieval tuvo que soportar el tráfico rodado. En la actualidad sólo está permitido el tránsito de peatones. (Fuente: Arteguías)
Existe una bonita leyenda relacionada con el maestro constructor del puente y su esposa: La mujer del arquitecto. "... ocultándose de trecho en trecho, la esposa del arquitecto logró llegar al puente y, temblando de miedo, prendió la tea y la lanzó sobre los maderajes que servían como armazón. Al principio parecía que la lluvia iba a apagar el fuego, pero por fin éste se extendió y la mujer volvió a su casa dejando a sus espaldas los andamios envueltos en llamas". (Web: Leyendas de Toledo)