domingo, 5 de diciembre de 2004

Navidad 2004

Catedral
La actual catedral de Toledo es un edificio gótico del s. XIII, erigido sobre la antigua mezquita árabe, que a su vez se edificó sobre un templo visigodo y cristiano anterior.

Fue promovida por el arzobispo Jiménez de Rada, que trajo el gusto por el gótico francés, evidente en la puerta norte, que presenta evidentes analogía con Notre Dame de París. Sus escenas esculpidas en piedra, sobre la vida de Cristo, fueron un auténtico catecismo durante la Edad Media. 

Contemplado comenzando por su extremo exterior izquierdo, recorreremos desde la Anunciación hasta el Jucio Final.
Las puertas son una parte fundamental de la fachada principal. Además de la mencionada, la Puerta del Perdón, en el centro de la fachada principal, es del s. XV, plenamente gótica, y sólo se abre en grandes ocasiones. La Puerta de los Leones, la más moderna, tiene uno de los cojuntos de esculturas hispano-flamencas más importante del s. XV, que alcanzan su cumbre en la representación de la Virgen, en su parteluz.

Capillas y Sala CaPitular
En el interior, la capilla mayor es uno de los lugares de la Catedral que alberga más obras de arte. Cerrada originalmente por una rejería tallada en piedra, de la que aún se conserva una parte, atesora un gran número de estatuas. En los dos pilares que dan acceso a la capilla contemplamos, a la izquierda, al legendario pastor Martín Alhaja, que dió información muy relevante para ganar la batalla de las Navas de Tolosa. En la derecha, el Alfaquí, retrato de Abu Walid, musulmán que llevó un mensaje de tolerancia a Alfonso VI, apostando por la convivencia de árabes y cristianos.
En el interior hallamos la rejería, de gran calidad, y el gran retablo, cumbre del gótico florido y última manifestación del mismo antes de la llegada del Renacimiento. Como contraposición al mismo, el sepulcro del cardenal Mendoza, atrubuido al italiano Antonio Sansovino, es una de las primeras manifestaciones del arte renacentista en Castilla.

La capilla mozárabe tiene especial interés por haber sido designada por el cardenal Cisneros para restaurar el rito mozárabe en Toledo. Esta forma de celebrar la misa se había conservado entre los cristianos que vivieron en territorio musulmán, desde la dominación visigoda. La cúpula de la capilla es obra del hijo de El Greco, Jorge Manuel Theotocópuli, el altar de bronce y mármol de varios colores, de Juan Manzano, y la rejería gótica de Juan Francés, de 1524.
La capilla de los Reyes Nuevos, hoy sin culto, forma una pequeña iglesia, cuyo vestíbulo es del arquitecto Alonso de Covarrubias. Llamada así en honor de la nueva dinastía Trastámara reinante en Castilla, alberga numerosos sepulcros de sus reyes, con interesantes tallas.
Entre las capillas de la girola, destaca el acceso a la Sala Capitular, con rica ornamentación plateresca, y los retratos de todos los arzobispos toledanos. Sobre ellos, uno de los grandes conjuntos de pintura al fresco española, obra de Juan de Borgoña.

VIDRIERAS, TRANSPARENTE Y TESORO
La Catedral Primada de Toledo alberga el mayor número de vidrieras medievales conservadas, como las del rosetón del crucero, las de la capilla mayor, y las de grandes figuras de santos y apóstoles en el lado este.
El llamado Transparente es la gran obra maestra del escultor Narciso Tomé, finalizada en 1732, y realizada en mármoles genoveses, jaspe y bronces. Concebido como un retablo, e iluminado por los tragaluces del ábside, presenta numerosas figuras y composiciones representando pasajes de la Biblia.
El tesoro guarda en múltiples vitrinas los relicarios, báculos, ropas y objetos litúrgicos, entre los que destacan algunos de gran valor histórico. Pero sin duda la más espectacular es la custodia de Enrique de Arge, de traza gótica, que sale en procesión durante el Corpus Christi. De planta hexagonal, y plata dorada, cuenta con numerosas figuras de ángeles, santos, florones, campanitas y espigas, adornadas con pedrería. En su centro está la custodia, de oro puro, elaborada con el primer oro que Cristóbal Colón trajo de América.

SACRISTÍA
La sacristía data de comienzos del s.XVII, con trazas de Nicolás de Vergara y Juan Bautista Monegro. La amplia sala rectangular de estilo clasicista, muy sobria, tiene una bóveda de cañón decorada al fresco por el pintor napolitano Luca Giordano.

Además de cuadros de Caravaggio, Tiziano, Van Dyck, Goya y Rubens, alberga una extensísima colección de obras de El Greco como El Expolio de Cristo, magnífico óleo que preside el altar en un retablo de Ignacio Haan. Bajo el mismo, figura la escultura, también del artista, La Imposición de la Casulla a San Ildefonso. A su lado aparece El Prendimiento de Cristo de Francisco de Goya, como un excepcional homenaje. En las paredes laterales, los trece lienzos del Apostolado de El Greco, además de San Francisco, Santo Domingo de Guzmán, Las Lágrimas de San Pedro, Cristo en la Cruz y San José con el Niño.

TORRE
Actualmente la catedral permite el ascenso a su torre, tras superar 248 escalones, reformados, nos llevan hasta la famosa Campana Gorda, desde la que puede apreciarse la disposición en forma de cruz latina del edificio y magníficas vistas de la ciudad. (Fuente: Turismo de Castilla-La Mancha)

La catedral encierra un gran conjunto de tesoros, arte, curiosidades..., y también leyendas. En el coro se admira y venera una imagen de la Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora la Blanca, realizada en alabastro blanco con policromía dorada. Y como no podía ser menos en Toledo, también tiene su leyenda: Por qué se ríe la Virgen Blanca.“... comprobaron cómo la imagen de la Virgen Blanca ladeaba la cabeza y sonreía abiertamente ¡la Virgen se ríe, la Virgen se ríe!, clamaron los más asustados.” (Web: Leyendas de Toledo)

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