lunes, 13 de diciembre de 2021

Navidad 2021

Plaza de Zocodover

El origen del nombre Zocodover procede del árabe sūq ad-dawābb, que significa "mercado de bestias de carga". Esta plaza fue también el lugar por donde se corrían los toros y se organizaban las cucañas en las fiestas de la localidad. Se trata, pues, del punto neurálgico de la vida social de la localidad desde tiempos medievales. En Zocodover también se habrían llevado a cabo autos de fe de la Inquisición y ejecuciones públicas de reos.

Fue el centro neurálgico de la ciudad durante la mayor parte de su historia, actuando como plaza mayor de la misma. Una parte de ella fue diseñada por Juan de Herrera en tiempos del reinado de Felipe II.

Es cuando la antigua plaza fue destruida por un incendio el 29 de octubre de 1589 cuando se decide construir una nueva. En 1854 se traza un ambicioso proyecto, de la mano del técnico Santiago Martín Ruiz, para reorganizar la plaza de Zocodover, transformándola en una plaza porticada rectangular.

Varios debieron ser los intentos de ensanche de la plaza, aunque de estos dos son los que más destacan:

El primero y más antiguo data de época de los Reyes Católicos, aprobado por la misma Isabel de Castilla en 1502. La propuesta vino del mismo ayuntamiento toledano y se autorizó a todos sus órganos la remodelación de esta, visto que la otrora plaza era demasiado estrecha, y ya que el alcázar de Toledo carecía de una plaza apropiada se querían unir ambos hasta la fachada delantera del edificio. Para ello se elevaría un muro para superar el desnivel hasta el postigo de San Miguel y también quedaron regladas sus características, entre la que destacamos la construcción de los típicos soportales de arquitectura castellana. Nunca se llegó a poner en práctica tan colosal obra, ya que teniendo en cuenta las posibilidades técnicas de la época y el elevado desnivel desde Zocodover hasta la fachada principal del alcázar, 23 metros de altura, la dificultad se hacía muy gravosa sumando a esto el hecho de que para poder rebajar el terreno habría que haber excavado en roca viva.

El segundo ensanche sí se realizó y data de comienzos del siglo XVII. Este consistió en el derribo de una serie de viviendas de poco valor que parece ser dificultaban la visión total de Zocodover desde su parte superior hasta la inferior y viceversa. Nunca se realizaron más soportales y probablemente este hecho se deba a que no se quería quitar metros a la plaza. En la actualidad Zocodover es uno de los lugares de la ciudad donde se llevan a cabo multitud de actos y festejos, así como también sirve de popular punto de encuentro y disfrute de los toledanos y sobre todo paso obligado para los miles de turistas que jalonan las calles del casco histórico durante todo el año. (Fuente: Wikipedia)

Próximos a esta plaza se alza el Alcázar de Toledo, ubicado en la zona más alta de la Ciudad; este lugar le sirvió de inspiración a Leopoldo Aguilar de Mera, alumno de la Academia de Infantería de Toledo, escribiendo la leyenda de:

La sierva “Cuando la animación era más grande, apareció por la Cuesta del Alcázar una carreta que apenas podía abrirse paso entre la ola de blancos albornoces y negros capuces. En ella, fuertemente ligadas sus carnes débiles y sus manos inocentes, iba Azrael, la bella esclava de Abul, camino del patíbulo. Llegó el cortejo al pie del tablado, el verdugo hizo subir a la inocente, y cuando el griterío de la ola salvaje era más ensordecedor, la cabeza de la sierva rodó por el tablado, manchando con su sangre de carmín el suelo y arrancando un rugido de espanto del confidente del Rey que veía el cuadro desde las torres del Alcázar.

Y aquella misma noche, cuando el viento rugiendo una melodía de muerte y la lluvia siseando besaba la ciudad, colgaban los verdugos en las almenas del Alcázar la cabeza de aquella esclava del Rey, de la bella Azrael, la de talle gentil como la palmera del oasis, la de mirada ardiente como las arenas del desierto”. (Web: Leyendas de Toledo)

 

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